Villarreal de Alava (Álava), 18/08/86. Un coronel de Artillería de la reserva activa destinado en Burgos fue asesinado ayer por la tarde en las inmediaciones de un restaurante de la localidad alavesa de Villarreal. La víctima, José María Picatoste González de Echávarri que vestía de paisano, visitaba esporádicamente el pueblo en el que residen unos familiares. Los asesinos, dos jóvenes que minutos antes de cometer el crimen habían efectuado una consumición en el establecimiento hostelero, huyeron en un vehículo en dirección a Bilbao. En el lugar de los hechos se hallaron cuatro casquillos de bala de calibre 9 milímetros Parabellum, utilizado habitualmente por ETA. El coche usado, por los asesinos fue hallado hora y media después del atentado cerca de Aramayona (Álava).
El asesinato se produjo, según varios testigos presénciales, poco después de las seis de la tarde. Dos jóvenes que habían tomado unos refrescos en la barra del restaurante Artola , donde la víctima había hecho algunas consumiciones con su mujer y unos familiares, siguieron al coronel de artillería cuando éste se dirigió al aparcamiento y le hicieron varios disparos de pistola cuando ponía en marcha su vehículo, un Seat 1.500 matrícula PO-72741.En el momento del atentado estaban dentro del coche, ade más de la víctima, su esposa ,-que resultó ligeramente herida por la rotura de los cristales-, una sobrina y otro matrimonio.
En el lugar de los hechos fueron recogidos cuatro casquillos de bala de calibre nueve milímetros Parabellum, munición habitualmente utilizada en los atentados de la organización terrorista ETA. Tres de los casquillos eran de marca SF y uno FN, indicaron fuentes autorizadas del Gobierno Civil de Álava.
La víctima fue alcanzada atendiendo siempre a las precisiones oficiales, tres veces, dos de ellas en el costado y una en el cuello. El fallecimiento se produjo de manera prácticamente instantánea. Una mujer que trabaja en el restaurante precisó poco después del atentado que los jóvenes, "que tenían buen aspecto y no despertaban sospechas" dispararon desde fuera del local. En el momento de producirse el asesinato se encontraban en la barra del establecimiento media docena de personas.
"No perdonamos"
Un hijo de la víctima, José María Picatoste, mientras esperaba la llegada del juez. que ordenara el levantamiento del cadáver, se dirigió a los periodistas gritando: "Nosotros no perdonamos. Desde ahora, están sentenciados a muerte. Esto no es política, son muertes, y han matado a mi padre. Lo único que hacen es destrozar familias. Y que conste bien claro que queremos al País Vasco". Un cuñado de la víctima, muy afectado por el atentado, informó que en los últimos días no se habían apreciado movimientos de personas extrañas en torno al domicilio. El coronel de artillería visitaba de forma esporádica Villarreal, costumbre que había adquirido hace varios años, según el citado familiar.
José María Picatoste, nacido el 25 de marzo de 1928, estaba casado y tenía cuatro hijos. Era coronel de Artillería en la reserva activa y estaba destinado en la actualidad en el cuartel general de la brigada de Artillería de Burgos. Pertenecía a la séptima promoción de la Academia General de Zaragoza y era especialista en artillería antiaérea.
Un sobrino del fallecido declaró, poco después del atentado, que el coronel hubiese pasado a la reserva dentro de tres meses y que nunca había recibido amenaza alguna. El funeral tendrá lugar hoy en Logroño, donde residía al coronel. La capilla ardiente será instalada en las dependencias del Gobierno Militar de Logroño, según informaron a Efe en fuentes oficiales. El cuerpo del coronel asesinado fue trasladado anoche al depósito de cadáveres del hospital Santiago Apostol, de Vitoria, donde esta mañana le será practicada la autopsia, tras lo cual será conducido a la capital de La Rioja.
El coche utilizado por los asesinos, un Ford Fiesta rojo matrícula VI-8580-D, fue hallado hora y media después de que se cometiera el crimen en el kilómetro 22 de la carretera 625, a la altura del puerto de Cruceta, en la localidad alavesa de Aramayona. Fuerzas expertas en la detección de explosivos inspeccionaron el interior del vehículo y rastrearon los alrededores por si pudiera tratarse de un coche-trampa.