Vitoria, 15/04/88. Francisco Espina Vargas, de 29 años, y Antonio Gómez Osuna, de 32, miembros de una patrulla motorizada del Cuerpo Nacional de Policía, fueron asesinados ayer en Vitoria por dos individuos que efectuaron varios disparos contra ellos. Los agentes, ambos sevillanos, estaban en ese momento, las 13.15, realizando identificaciones de personas sospechosas de traficar con drogas. En el atentado también resultó herido de pronóstico menos grave el joven de 27 años Luis Vivas. Francisco Espina fue rematado en el suelo.
En el lugar de los hechos se recogieron varios casquillos de 9 milímetros FF Parabellum, munición que habitualmente utiliza ETA. Los policías nacionales fueron trasladados al hospital de Santiago Apóstol de la capital alavesa, donde a las 13.40 ingresaron cadáveres. Francisco Espina, de Carolina del Río (Sevilla), casado y con una hija, y Antonio Gómez, natural de Puebla del Río (Sevilla), casado y con dos hijas, estaban destinados en Vitoria desde 1981 y habían solicitado recientemente su traslado a Sevilla. En el momento del atentado los agentes llamaban por su radioteléfono para comprobar la identidad de algunas personas que se encontraban en el lugar. Dos jóvenes salieron del bar Adurzábal, situado frente al escenario del atentado, y dispararon contra ellos. Según varios testigos, atentaron primero contra uno de los policías y posteriormente contra el segundo. Ninguno de los dos agentes pudo hacer uso de su arma. El PNV difundió una nota en la que afirma: "ETA parece querer dar la razón a los socialistas, cuando afirman que la única vía para acabar con la situación de violencia en Euskadi es la policial".